Planes de Vida
Planes de Vida
¿Alguna vez has pensado, cómo debe ser vivir una vida que tú no has elegido? ¿Que otra persona dibuje el rumbo de tu vida? ¿Tener que vivir fuera de tu pueblo o estar aislado, aunque vivas en él?
Estas situaciones suelen ser habituales para quienes necesitan cuidados de forma permanente.
En la actualidad, la cartera de Servicios Sociales de la CAV determina las competencias y funciones de cada administración, y ofrece prestaciones y servicios en función de las valoraciones de dependencia: se prioriza que las personas que necesitan cuidados de larga duración estén limpias, bien alimentadas o bien acondicionadas, independientemente de otras necesidades y ofreciendo la misma respuesta a todas ellas.
Entendemos que este enfoque no garantiza plenamente el bienestar de las personas, por lo que consideramos necesario desarrollar un modelo de atención centrado en la persona.
El Plan de Vida es una herramienta que nos ayuda a definir y desarrollar una vida habitable y digna para una misma, y vamos a dar el salto: vamos a pasar de ofrecer servicios a elaborar planes de vida.
El Plan de Vida es una herramienta que facilita tomar decisiones en torno a la vida de cada una. Se trata de un documento dinámico en el que la persona refleja lo que es importante para ella: se concretan las actividades y recursos para seguir viviendo como desea la persona, de forma que sea tratada y atendida según sus valores, prioridades y necesidades.
Nuestro objetivo es garantizar la continuidad en los procesos de cuidados de larga duración, seguir dando sentido a la propia vida, sin que se genere ninguna ruptura en el proyecto vital y posibilitar una vida digna y habitable. Queremos ser capaces de ofrecer una atención que responda a las prioridades, deseos y decisiones de cada una, de forma coordinada, desde la integralidad de los servicios y aprovechando las oportunidades que ofrece la comunidad. Es decir, ofrecer planes de vida adaptados a cada persona y elaborados de forma participativa, alejándonos de la rígida lógica de los servicios, otorgando la capacidad decisión a la persona que necesita cuidados.
El plan contempla a la persona en su conjunto y tiene en cuenta diferentes ámbitos de su vida. Muchos de estos ámbitos pueden estar conectados con otras personas y en el contexto local. Por tanto, toda la población y hasta el propio pueblo pueden ser, en parte, responsables del cuidado de esa persona.
Dependiendo de lo que le ofrezca el entorno, una persona muy necesitada de cuidados podrá hacer más o menos cosas, de forma más autónoma o dependiente, o se sentirá parte o fuera de la comunidad.